

Gaby estaba emocionado porque su papá lo llevó a la peluquería para cortarse el pelo. Mientras el peluquero cortaba su cabello, su papá le contaba chistes para hacerlo reír. Gaby se sentía muy valiente y feliz de estar con su papá.

Después de cortarse el pelo, su papá le regaló una bicicleta. Papá le enseñó cómo pedalear y mantener el equilibrio. Gaby se cayó un par de veces, pero su papá siempre lo levantaba y lo animaba a intentarlo de nuevo. Al final, Gaby logró montar la bicicleta por su cuenta.

Un día, Gaby notó que sus uñas estaban largas y le pedió a su papá que lo ayudara a recortarlas. Papá tomó con cuidado las tijeras y le cortó las uñas de las manos y de los pies. Gaby se sentía muy tranquilo y seguro con su papá a su lado.

Cada noche, papá le leía un cuento a Gaby antes de dormir. Después de apagar la luz, Gaby a veces se sentía un poco solo, pero su papá siempre venía a darle un abrazo y le decía lo mucho que lo quería. Gaby se dormía feliz sabiendo que su papá siempre estaría allí para él.